sábado, 4 de marzo de 2023

Cali y el nuevo “oro negro”


 En Cali, el relleno sanitario que hasta 2008 prestó sus servicios a nuestro municipio, más los de Candelaria, Yumbo y Jamundí, estaba ubicado en el suroriente de la ciudad y se llamaba Navarro. Desafortunadamente después de cuatro décadas de actividad este llegó a su nivel máximo de capacidad y colapsó, por lo que tuvo que ser intervenido de urgencia y clausurado permanentemente. En la actualidad los residuos que producimos en Cali (más los de otros 15 municipios del Valle y Cauca) son llevados al relleno sanitario Colomba - El Guabal, ubicando en el pequeño municipio de Yotoco.

 

Solo el municipio de Cali, según datos del DAGMA, produce aproximadamente 1650 toneladas diarias de residuos de alimentos, las cuales en este momento no son aprovechadas sino que simplemente son compactadas en el relleno sanitario y dejadas ahí para su descomposición, generando malos olores, plagas y emisiones de gases efecto invernadero. En otras palabras, en este momento esos residuos son un problema.


Pero lo que muchos no saben es que estos residuos podrían dejar de ser un problema y transformarse en una solución, si los convirtiéramos en compostaje. El compostaje (o compost) es la mezcla de materiales, de color negro y textura granular, que se obtiene de la degradación y mineralización de residuos orgánicos de origen animal, vegetal y leñoso, que sirve para aplicar a los suelos cultivables con el propósito de abonarlos para mejorar sus características químicas, físicas y biológicas. El resultado sería la transformación de algo que actualmente solo genera problemas en los rellenos sanitarios, a convertirse en vida. Es literalmente la transformación de basura a "oro negro".

 

A mí me resulta intuitivo pensar que una región como la nuestra, de vocación agroindustrial, podría beneficiarse de las grandes cantidades de compostaje que se pueden producir con los desechos que llegan al relleno sanitario Colomba – El Guabal, además de producir miles de nuevos empleos directos e indirectos, enfocados en la gestión y transformación de esos residuos orgánicos, y en la comercialización del compostaje.

 

Un buen ejemplo de esto es el de la ciudad norteamericana de San Francisco, la cual va camino a convertirse en la primera ciudad del mundo en no necesitar un relleno sanitario, ya que ha conseguido reducir en un 80% los residuos que genera. ¿Cómo han conseguido esto? Implementando una estrategia orientada a convertirse en una ciudad “basura cero”, diseñada sobre dos pilares fundamentales. El primero, el fomento incesable de la cultura del reciclaje, y el segundo, la construcción de una planta de compostaje a gran escala.

 

Finalmente, mi invitación es a que colectivamente nos soñemos una Cali “basura cero”, para la cual necesitaríamos unas políticas públicas claras y contundentes en estos temas de gestión y aprovechamiento de residuos.

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